Tal vez mucho se ha hablado de la Mejora Continua. Cada vez tiene más auge el uso de este tema. La mejora continua se logra mediante la aplicación de las metodologías Lean Manufacturing y Six Sigma.
Con estas, se busca mejorar el desempeño de las empresas.
Hay una frase publicada por el japonés Taiichi Ohno, (en su momento director y consultor de la empresa Toyota), precursor de Lean Manufacturing que dice: “No hay mejora sin estándares, el inicio de toda mejora es saber exactamente dónde estamos”.
Con las herramientas de Lean Manufacturing, se busca reducir los desperdicios de un proceso, refiriéndome a proceso, aquel que mediante ciertos pasos obtienes algo, ya sea un producto o un servicio.
Por otro lado, mediante el uso de las herramientas de Six Sigma, se busca reducir los defectos en el producto o servicio y reducir la variabilidad de los mismos. La mejora continua es medir los procesos productivos, buscando oportunidades de mejora. Obteniendo beneficios como es la reducción de costos y mejora en la calidad del producto o servicio. Que se ve reflejada en una mayor eficiencia y productividad.
Cuando se menciona disminución de costos, el enfoque de la mejora continua es poder reducir el precio al cliente, proporcionando a la empresa una mayor competitividad. Todo esto, sin sacrificar las utilidades.
¿Qué tipos de empresas pueden aplicar la mejora continua?
Todo tipo de negocio que proporcione un producto o servicio, puede aplicar la mejora continua. En la actualidad, puedes encontrar hospitales, restaurantes, centros de servicio al cliente, industrias manufactureras y más, que trabajan con metodologías de mejora continua.
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