La Re-Evolución en la Selección de los nuevos Líderes
Es difícil inferir conclusiones en momentos de incertidumbre y novedad como los que estamos viviendo actualmente. Y en general, es difícil adivinar qué va a pasar, e incluso saber porqué está pasando lo que está pasando. Sin embargo, no a todos se nos da igual de bien esto de acertar.
Es curioso que, a priori, podríamos decir que las mejores decisiones necesitan venir acompañadas de los mejores conjuntos de datos y muestreos estadísticos. Pero es pura observación personal mía el hecho de que los mejores decisores que he visto a lo largo de mi carrera siempre han tenido un componente super-desarrollado de INTUICIÓN acertada.
Y de esto quería hablar un poco.
¿No es finalmente la intuición más que un mecanismo de análisis de correlaciones y patrones estadísticos capaces de funcionar a muy alta velocidad?
Parece que el intuitivo improvisa su toma de decisiones, pero NO. Su base de datos conformada a partir de aciertos, fallos y errores acumulados a lo largo de los años son al final como un cuadro de mando muy eficiente, con sus KPI, fruto de la calidad y cantidad de sus conexiones neuronales. El cerebro asigna probabilidades a la ocurrencia de hechos, y lo mecaniza de manera muy compleja.
Pero ojo, sobre todo como acumulación de sus aciertos, y de los errores cuando se ha sido capaz de ser consciente de ellos. No hay peor intuición que la creada sobre errores no conscientes o no reconocidos. Aunque de humildad y orgullo hablaremos en otro momento.
De hecho, ¿ no son en general mejores intuyendo las personas con más experiencia?
Eso sí, hay cierta divergencia en el proceso de creación y desarrollo de la intuición. Si tu red neuronal de asignación de probabilidades cruzadas ante hechos complejos y multivariable se va creando mal, serás irremediablemente un mal intuitivo, y posiblemente ya no tengas remedio. Es más, posiblemente no seas un buen decisor, sobre todo en momentos como los actuales, o en los tan nombrados entornos VUCA de incertidumbre.
La intuición es el culmen de la evolución humana. Casi todo lo demás ya lo pueden hacer mejor las máquinas, algoritmos e inteligencias artificiales con bases en análisis racionales numéricos, estadísticos y probabilísticos de gestión de riesgos. Esperemos que la parte emocional se les siga haciendo difícil.
Al final tendremos en nuestros negocios a directivos con datos a los que seguir de manera casi ineludible e insoslayable, pero la parte intuitiva humana hará, de manera casi mágica, que la decisión final se tome por este maravilloso “Me da la sensación…”, marcando la diferencia en la decisión final a tomar frente a los clarividentes datos de los algoritmos. Y será así, porque sino, de cualquier otra manera, dejaremos de ser necesarios.
La intuición es aún demasiado compleja para simularse, pero al tiempo…
Sin embargo, esto no hace que los intuitivos sean entonces por defecto mejores en posiciones directivas. De hecho, en situaciones de estrategia de más largo plazo, la intuición puede jugar en contra de nosotros al ser un mecanismo optimizado para ser rápidos y ágiles.
Por tanto, parece que los líderes que tenemos en un momento y contexto determinados, pueden no ser los mejores tomando decisiones en todo momento, a pesar de que en el pasado sí lo fueran. Y es lo que en mi opinión está ocurriendo en estos momentos de crisis como el actual, y de hecho en los ultimos años.
¿ Estamos preparados para identificar los mejores líderes en cuestión de toma de decisiones y acompañamiento de equipos adecuados para la casuística actual? O más importante aún, ¿son los líderes de nuestras organizaciones los adecuados para el proceso de #Re-Evolución que vamos a vivir irremediablemente en los próximos meses y años ?
¿ Sabremos tener la apertura mental para detectar lo original y especial en los líderes del futuro y arriesgar a equivocarnos y aprender ?
¿ Cómo creéis qué deberán ser estos líderes que han de venir, y cómo vamos a encontrarlos y seleccionarlos…?
Feliz e Intuitivo octubre a todos.